Actualmente es muy común el uso de las centrífugas no sólo en la industria alimenticia, también en otras áreas de trabajo que aprovechan al máximo su efectividad para distintos procesos de separación de elementos. Por ese motivo, es que existen distintos tipos de centrífugas para cumplir objetivos específicos dependiendo de la industria en las que sean utilizadas.
Un ejemplo de esto se da en los laboratorios clínicos y también científicos, quienes utilizan una variedad de centrífugas para un sinfín de tareas. La centrifugación preparativa se utiliza mucho en temas clínicos y de medicina, pues ofrece la capacidad de aislar partículas; por otro lado, en temas científicos utilizan constantemente centrífugas analíticas que como su nombre indica, permiten el estudio de distintos tipos de muestras para un propósito específico. Hoy, en el blog de STS, te contaremos algunas de las aplicaciones más comunes de la centrífuga.
En el mundo de las bebidas envasadas, el uso de centrífugas es cosa de cada día. Para la creación de jugos y cítricos suelen utilizarse para controlar el nivel de pulpa de fruta que debe ir en cada bebida; en el mundo de la cerveza y el vino, suelen utilizarse en distintas partes de su proceso de producción pero son fundamentales para la clarificación y eliminación de malos olores en ambas bebidas.
Como te comentamos anteriormente, su uso en hospitales y laboratorios es bastante común para mantener estándares de calidad muy altos. Suelen utilizarse con frecuencia para temas relacionados con la sangre humana, ya sea su estudio o para entender sus propiedades y comportamientos. Mientras que en los laboratorios, su propósito principal es el de realizar análisis de todo tipo.
Otra aplicación común de las centrífugas se da en la producción de aceites comestibles; dependiendo del tipo de aceite, emplean centrífugas para obtener el mayor rendimiento de la materia prima utilizada. Un ejemplo común de esto ocurre en la producción del aceite de oliva, donde con la ayuda de las centrífugas es posible separar el hueso del fruto, también la pulpa y todo lo que no sea necesario para crear un aceite de calidad.
Algo parecido al ejemplo anterior ocurre en la producción de leche y sus productos derivados, los cuales utilizan centrífugas para tener un control de calidad estricto y así administrar correctamente la cantidad de grasa que forma parte de la leche. Gracias a las centrífugas es posible la producción de los distintos tipos de leche que existen (deslactosada, descremada, light, etc.)
Finalmente, otra aplicación común de las centrífugas ocurre en el mundo de la química y sus distintas investigaciones. Por ejemplo, cuando se trabaja con procesos químicos o físicos, suelen utilizarse centrífugas para separar materiales peligrosos o que pueden provocar accidentes cuando son trabajados en una planta a un nivel industrial.
¡Ahora ya sabes algunas de las aplicaciones de la centrífuga!
